Nuestra labor como endodoncistas es salvar en la medida de lo posible y razonable los dientes de nuestros pacientes para que puedan masticar adecuadamente. La implantología está publicitandose mucho y parece que es la solución a todos los problemas, pero no siempre es así, ya que podemos encontrarnos en la desagradable situación de realizar la exodoncia del diente y después no poder poner un implante o bien que con el paso del tiempo y una descuidada higiene ese implante que era la solución se pueda perder.
Esta paciente joven de 35 años acudió a la consulta porque recibió un plan de tratamiento consistente en la exodoncia del 36 con injerto y endodoncias del 35 y 37 – por si pudieran estar afectados, en palabras del dentista-.
En la valoración, las pruebas de vitalidad fueron positivas en 35 y 37 y negativas en 36. Por lo tanto se descartó proceder a endodonciar dichos dientes. Y se realizó el tratamiento de conductos del 36. Próximamente subiré las radiografías del caso y sus controles, por el momento dejo la ortopantomografía previa que traía la paciente.
Retos… y sensatez.
Esos dentistas son los que hacen que los pacientes tengamos dudas sobre los dentistas. Una pena.